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Warlock Way (idioma original español)

Kroniid66
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Synopsis
Eric era un joven al que la vida no había tratado bien. Desafortunadamente, le diagnosticaron epilepsia. Aun así, siguió adelante. Una noche, durante una fiesta universitaria, el destino decidió quitarle la vida. Para Eric, era como si estuviera dormido. Al instante siguiente, despertó en otro mundo lleno de maravillas y horrores.
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Chapter 1 - Muerte

La vida de Eric no parecía nada especial, salvo por su tendencia a encerrarse en sí mismo. Desde que era niño, le costaba confiar en las personas y, a menudo, se sentía un extraño. En la escuela, era un estudiante por encima del promedio, siempre entre los diez mejores de su clase, aunque no se esforzaba demasiado. Como cualquier joven, quería disfrutar de la vida. Desafortunadamente, dos semanas antes de comenzar la universidad, fue diagnosticado con epilepsia.

Mientras yacía sobre la fría camilla del hospital, una pregunta rondaba su mente: "¿Por qué a mí? ¿No fue suficiente con casi perder a mi madre cuando era niño? ¿Con que mis padres se separaron?" Cerró los puños con furia.

Ninguna voz respondió su pregunta. "Ahh, no sirve de nada", dijo Eric, resignado. Siempre había sido bueno para adaptarse. Sabía que quejarse no serviría de nada. "Lo único que podemos hacer es aceptar las cosas y seguir adelante, cueste lo que cueste. Si no lo hago yo, ¿quién lo hará?", suspiró.

Desde ese día, algo había cambiado en Eric. No fue un cambio visible, de esos que los demás notan de inmediato, sino uno profundo, silencioso, como un susurro que cala en el alma. Había perdido su inocencia, su ignorancia y esa aura infantil que a veces persiste en algunos adultos, ese velo que protege de las verdades más duras de la vida. Ya no miraba el mundo con la misma ingenuidad, pero en su lugar nació una mirada más firme y más consciente.

Aprendió a valorar su vida no porque fuera perfecta, sino precisamente porque no lo era. Porque era frágil, efímera, y por eso mismo, preciosa. Amaba a su familia y a sus amigos con una intensidad nueva, serena pero decidida. Sabía que podía perderlos en cualquier momento, y eso le hacía atesorar cada conversación, cada gesto, cada abrazo como si fuera el último. Comprendió que amar también es aceptar que no siempre podrías proteger a los que quieres, pero que, aun así, estarías dispuesto a darlo todo por ellos.

También empezó a valorar esos momentos de felicidad, tan breves y fugaces, condenados a terminar desde el mismo instante en que empiezan. Pero pensaba: ¿y si no terminaran? ¿Cómo sabríamos que fuimos felices? La tristeza, el dolor, el vacío… todo eso también era necesario. No como castigo, sino como contraste. Como el silencio que da sentido a la música.

Así que, a pesar de todo —a pesar del miedo, la enfermedad, la incertidumbre— Eric decidió seguir adelante. No porque fuera fácil, sino porque entendió que rendirse era negarse a vivir. Siguió el tratamiento para su epilepsia con disciplina, aceptando que algunas cosas no podía controlar, pero sí cómo enfrentarlas. Entró a la universidad y eligió estudiar lo que realmente deseaba, no lo que otros esperaban de él. Y aunque tuvo días difíciles, también hubo risas, descubrimientos y amistades sinceras. Su tiempo en la universidad no solo fue agradable, sino que fue un respiro.

Al terminar el semestre, por tradición, los estudiantes organizan una fiesta en el coliseo a la cual puede asistir quien quiera. También hay otra: un evento privado al que deben pagar para entrar, pero no valía la pena; era solo un pretexto para presumir o hacer dinero. Esa noche, Eric solo quería divertirse con sus amigos y pasar un buen rato.

A medida que fue pasando la noche, el alcohol y la música hicieron efecto en Eric, así que se echó en el césped que estaba cerca para darse un descanso y despejar su mente con el frío de la noche.

Mientras disfrutaba de estar relajado en aquel cómodo lugar, notó una muy leve vibración en el suelo. No le prestó atención, ya que era normal que ocurrieran dichos mini temblores; la mayoría de las veces no los nota o se encuentra durmiendo, así que siguió acostado disfrutando de la música.

Escuchó personas hablando no muy lejos, y como algunos de ellos empezaron a alarmarse. La música cesó. El celular de Eric empezó a sonar, así que lo agarró y revisó qué era lo que perturbaba su descanso.

Al mirar la pantalla, vio una señal de alerta de temblor de magnitud 4.5 en ascenso. Levantó su parte superior para observar a su alrededor y vio cómo los semáforos cercanos parpadeaban, estudiantes saliendo del coliseo, además del ladrido de perros a lo lejos.

Al momento siguiente, Eric escuchó un ruido sordo, como si un trueno lejano retumbara por unos segundos. El suelo volvió a temblar más fuerte y su celular indicó 5.8. Alarmado, se puso de pie.

Él se levantó y, con su visión lateral, vio un resplandor rojo. En ese instante, todos voltearon la mirada; algunos incluso sacaron sus celulares para grabar cómo, en la cima de la montaña, un resplandor rojo comenzaba a brotar, acompañado de humo negro.

KRAAAAMM

Las pupilas de Eric se encogieron al ver cómo una explosión brutal iluminó el cielo. Los fragmentos de roca fueron lanzados como proyectiles, cruzando el aire con silbidos. La columna de ceniza se elevó como una torre, y relámpagos acompañaron la noche.

Desde aquel lugar, vio cómo las personas corrían, los techos colapsaban y las luces se apagaban, aquí y en la ciudad. Pronto, el aire se llenó de ceniza y del olor a azufre que quema los pulmones.

Fragmentos de roca cruzaron el cielo como estrellas fugaces. Incapaz de reaccionar...

Golpe seco.

Eric cayó en el césped, justo donde acababa de estar, y pronto solo hubo oscuridad.