Querida Em,
Hoy marcó el comienzo de una nueva ronda de aventuras, aunque no lo sabíamos en ese momento. Fue el día en que tu madre se enteró de tu llegada a este loco mundo. Ella estaba sola, tal vez, con tu papá, un detalle que no preguntare, ya que pronto aprenderás a través de estas cartas que nuestra relación con tu papá era, y sigue siendo, casi nula.
Tu abuelo y yo estábamos disfrutando de unas vacaciones en nuestro lugar favorito. Cuando llegamos, nunca olvidaré que tu madre estaba tan ansiosa por llevarme de compras. Ella estaba conduciendo y, de repente, dijo: "Necesito decirte algo". Traté de ser graciosa, pero solté: "¡No me digas que estás embarazada!" Por supuesto, Em, pensé que solo estaba haciendo una broma. Tu mamá guardó silencio por un momento, luego dijo suavemente: "Sí, lo estoy".
En ese momento, sentí que mi mundo se desmoronaba. Por favor, permíteme explicar por qué antes de que te enojes, como lo hizo tu mamá. Estaba enojada, triste, ya sabes, esa mezcla de sentimientos que no puedes describir. Había una profunda decepción porque tu papá no amaba a tu mamá tanto como ella lo amaba a él. Ella estaba realmente enamorada, pero tu papá no. También estaba enojada porque había imaginado a tu mamá siguiendo sus sueños, viajando por el mundo, viviendo de manera independiente, simplemente disfrutando de la vida. ¡Solo tenía 24 años!
No me malinterpretes, como lo hizo tu mamá. Esperaba más de ella porque tu abuelo y yo veníamos de una vida de muchos desafíos y limitaciones. Simplemente queríamos una relación mucho mejor para tu mamá que la que tenía con tu papá.
Por supuesto, le pedí que condujera de regreso a casa. No reaccioné como tu mamá esperaba. Llamé a tu abuelo y le pedí que se lo contara. Él tuvo la misma reacción, el mismo sentimiento. Ella es nuestra pequeña, la última en embarcarse en la vida fuera de nuestro hogar, y sentíamos que no había considerado todo lo que habíamos hecho por ella. Le pedimos que llamara a tu papá, y luego tu abuelo y yo, en nuestro miedo y preocupación, le dijimos que considerara terminar el embarazo. Estoy cerrando los ojos e imaginando tu cara cuando leas esto, juzgándome. Y, por supuesto, hazlo. Pero a medida que continúes leyendo las siguientes cartas, entenderás mi sugerencia a tu mamá en ese momento.
Tan pronto como le mencioné esto a tu mamá, comenzó la guerra. Ella simplemente se cerró, y nadie pudo sacarla de ese estado. Nos odiaba, me odiaba especialmente. Esto se amplificó cuando le preguntamos a tu papá, justo frente a tu mamá, "¿La amas?" Él no dijo nada. En ese momento, Em, en ese mismo momento, tu abuelo y yo nos dimos cuenta de que él nunca había amado realmente a tu mamá. Era simplemente el impulso de la relación, porque tu mamá era, y es, un gran partido. Ella es hermosa, y tu papá sentía que estaba al lado de una mujer increíble. Pero, querida, eso no era, y no es suficiente para formar una familia.
Pasaron días difíciles durante el embarazo de tu mamá, llenos de estrés. Ella se mudó con tu papá, luego regresó a casa. Estaba en un trabajo terrible, pero lo necesitaba. Necesitaba nuestro hogar, su habitación, la comodidad y la paz (irónico, a pesar de su silencio hacia nosotros). Pero estaba mejor cuidada, contigo dentro de ella, en nuestro hogar, que con tu papá.
No hicimos que los primeros meses del embarazo de tu mamá fueran fáciles para ella, ni ella los hizo fáciles para nosotros. Pero como estas son cartas sobre tu historia, es importante notar que tu papá no fue de mucha ayuda para tu mamá durante esta nueva fase.
Déjame decirte, tienes una familia maravillosa. No hubo juicio por parte de tu bisabuela, ni de tu madrina, ni de tus tías. Hicieron lo que tu madre esperaba de nosotros: ¡simplemente ofrecieron su apoyo!
Este es solo el comienzo de tu viaje a través de mis ojos con estas cartas. Pronto llegarás a este mundo asombroso y salvaje, y estoy tan ansiosa por compartirlo contigo a través de mis ojos.
Te amo
Aba