Saludos, me llamó Pedro Alan, y en estos momentos me encuentro en un estado de profunda confusión y desorientación.
La razón de mi perplejidad, aunque parezca increíble, es que me hallo en medio de la nada después de haber experimentado la muerte.
Sí, como lo oyen, estoy muerto, o al menos eso parece.
La pregunta que me atormenta, y que seguramente les surge a ustedes también, es ¿cómo llegué a esta situación? La verdad es que no tengo la menor idea.
Un instante me encontraba absorto en la lectura de un fanfic de mi propia creación, completamente inmerso en la narrativa que había construido, y al siguiente, sin previo aviso ni explicación alguna, me encuentro aquí, en este lugar desconocido e inquietante.
No recuerdo ningún evento traumático, ninguna enfermedad, ningún accidente que pudiera haberme conducido a este estado.
Simplemente, pasé de la lectura de mi historia a esta extraña realidad.
Es una experiencia desconcertante, por decir lo menos. Me encuentro vagando sin rumbo en un vacío indefinido, sin comprender cómo llegué aquí ni qué se supone que debo hacer.
La incertidumbre me abruma, y la falta de respuestas me llena de una inquietud creciente. ¿Es este el fin? ¿Hay algo más allá de este vacío? Son preguntas que resuenan en mi mente sin encontrar una respuesta satisfactoria.
Espero, con una pequeña chispa de esperanza, que haya alguna explicación lógica para todo esto, alguna forma de comprender lo que me ha sucedido y, quizás, encontrar un camino de regreso.
Por ahora, solo me queda seguir adelante, explorando este extraño nuevo mundo en el que me encuentro, buscando alguna pista, alguna señal que me ayude a desentrañar el misterio de mi propia muerte y mi inexplicable presencia en este lugar.
A mi alrededor, solo veo una vasta extensión de nada, un lienzo en blanco que se extiende hasta el infinito. No hay cielo, no hay tierra, solo una blancura uniforme que me rodea por completo
. La sensación es... peculiar.
No siento frío ni calor, no siento hambre ni sed. Es como si todos mis sentidos físicos se hubieran apagado, dejando solo mi mente activa, consciente de mi propia existencia en este vacío inexplicable.
Intento recordar los detalles de mi fanfic, la trama, los personajes, pero los recuerdos se me escapan como arena entre los dedos.
Es frustrante, como si una niebla espesa se hubiera apoderado de mi memoria, impidiéndome acceder a los rincones más recientes de mi mente. ¿Será este el purgatorio? ¿Un limbo entre la vida y la muerte?
Las preguntas siguen atormentándome, sin encontrar un eco en este silencio abrumador.
Debo mantener la calma, debo pensar con claridad.
Quizás si me concentro lo suficiente, pueda recordar algo, cualquier cosa que me ayude a entender lo que está sucediendo.
Tal vez, solo tal vez, haya una salida, una forma de escapar de esta nada infinita.
Voluntad del Omniverso. —¡Hola, Pedro!
Sobresaltado, Pedro exclamó: "¡¿Quién habla?!".
Su corazón latía con fuerza mientras sus ojos escudriñaban el vacio blaco que le rodeaba, buscando el origen de la voz misteriosa que resonó en el silencio.
La incertidumbre lo invadía, intentando comprender aquel fenómeno. El eco de la voz persistía en sus oídos, aumentando su confusión y temor. ¿Una alucinación? ¿Una broma? Las preguntas se agolpaban en su mente sin respuesta.
La atmósfera se tornaba densa, llena de inquietante expectativa. Con la respiración entrecortada, Pedro se aferraba a la esperanza de una explicación lógica. Finalmente, en medio de su angustia, la misma voz resonó, esta vez con serenidad: "No temas, Pedro. Soy la Voluntad del Omniverso y te he llamado por una razón".
Un escalofrío recorrió la espalda de Pedro. "¿La Voluntad del Omniverso?", repitió con incredulidad. "¿Eso... eso existe?".